Las reliquias de los Reyes Magos
César Justel
Publicado en Antena Semanal. 6 de enero de 1991.
El primero fue Melchor, viejo, cano, de barba y cabellos largos y grises... El segundo tenía por nombre Gaspar y era joven, imberbe y rubio... El tercero, negro y totalmente barbado, se llamaba Baltasar.
Melchor, Gaspar y Baltasar forman parte de nuestra tradición navideña.
Fue San Beda quien, en el siglo XII, decidió que eran tres y dio su nombre y una corta semblanza de ellos. En realidad poco se sabe de su vida. Una leyenda asegura que fueron bautizados por Santo Tomás, el apóstol incrédulo, y que luego sufrieron un terrible martirio en las postrimerías de la primera centuria.
En las tierras ocupadas durante el siglo IV por el Imperio Bizantino, Helena, la madre de Constantino el Grande, descubrió los restos de los Reyes en tres lugares distintos de Oriente. Se los llevó a Constantinopla, la ciudad de los siete nombres, uno de los cuales ha prevalecido como Estambul. Tres siglos descansaron los Reyes Magos en Constantinopla hasta que fueron llevados a la Iglesia de San Eustorquio, en Milán.
Rainald von Dassel, un príncipe de Colonia, pidió las reliquias de los tres Reyes Magos, como botín de guerra, cuando su emperador Federico Barbarroja ocupó Milán. Los caballeros de Raínald, tras un penoso recorrido por los Alpes, embarcaron las reliquias y navegaron Rhin abajo. Todo Colonia salió a recibirlas. Allí están desde entonces, donde llegan visitantes de todo el mundo para adorarlas.
Todo el trayecto que recorrieron los caballeros de Ralnald está señalado con innumerables restaurantes y cervecerías. La abundancia de hostales de los Tres Reyes a lo largo de toda la ruta, desde Italia a Borgoña, Alsacia y Renania, es un recuerdo de aquel incansable peregrinaje medieval.
La tumba de los Reyes Magos
Hace 2.000 años vinieron de Oriente, hoy sus restos reposan en Occidente. También su historia ha recorrido un largo camino hasta convertirse en parte de nuestra tradición navideña.
El sepulcro de los tres Reyes Magos es el mayor sarcófago forjado a mano del mundo cristiano y está expuesto bajo cristal especial detrás del altar mayor de la Catedral de Colonia. Tiene la forma de una basílica en miniatura, constelada de piedras preciosas, y constituye la obra maestra de la orfebrería medieval.
La Virgen y los Reyes están hechos de oro en láminas y las 28 estatuillas de apóstoles y profetas que los acompañan, cada una de 33 centímetros de altura, de plata sobredorada.
Curiosidades
En los primeros siglos no se estaba seguro del número de Reyes hasta que en el siglo IX se decidió que habían sido tres.
Fue Beda quien les puso los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar.
Baltasar, el rey negro, no empieza a aparecer de ese color en las pinturas hasta el siglo XIV (antes eran los tres blancos).
Su religión: Zarathusthra. Sus dones: tres. Su patria: Persia (hoy Irán). Su viaje: 2.000 kilómetros desde su punto de partida hasta las montañas de Judea y la ciudad de Belén.
La Catedral de Colonia se construyó para albergarlos en 1248 y fue inspirada por el sepulcro en el que se encuentran sus restos.
San Mateo es el único evangelista que los nombra.